Adiós...con paz en el corazón

19.02.2009 09:29

Cuando ponemos punto final a una relación, es normal pasar por un período de tristeza. La pérdida de una ilusión siempre duele.  Necesitamos un paréntesis de tiempo razonable para experimentar la vulnerabilidad y vivir las consecuencias de esa decisión.

Para recorrer el camino del sufrimiento a la paz, les presento los siete pasos de mi proyecto de vida que se llama: Mi Propia Terapia.  Cada persona escribe su libreto paso a paso, sin prisa, pero con mucha confianza y esperanza de trascender la experiencia.

  • Paso 1 : ¿Cuál es la verdad, sin justificar y sin racionalizar?

              Ej.  Me siento infeliz en la relación. Mi intuición me dice que me estoy haciendo daño yo misma por no tomar acción.

En este paso, la mente divaga en nostalgia buscando explicaciones del porqué la relación llegó a su fin. Se validan todos los sentimientos. Es tiempo de llorar y sentir nuestra verdad.

  • Paso 2: ¿Cuál es la realidad del hoy?

                  Ej. La realidad es que seguir fijada en la disfuncionalidad de la relación ya no es una opción.

En este paso, reconocemos que no podemos cambiar el pasado ni a la otra persona.  Hoy, la realidad es que la relación con que soñamos no existe y duele la separación y la pérdida de ilusión.

  • Paso 3: ¿Sin buscar culpables, qué estás dispuesta a aceptar?    

     Ej. La relación terminó. Decido acabar con el desgaste emocional que produce la resistencia  a la verdad y a la realidad   

En este paso, comienza el milagro del cambio, cuando dejamos ir concientemente  la necesidad de que las personas sean diferentes a lo que son.  En el momento presente, liberamos la energía emocional y mental de lo que no funcionaba, para comenzar con un plan de acción de autocuido mental, emocional y hasta físico.  Cada cuál decide, según su auto estima, cuándo es su tiempo de soltar lo que duele y enfrentarse al cambio.

Estos son los pasos más difíciles y se pasan en la soledad del alma. Nadie puede pasar el dolor por otra persona, ni cansarse de sufrir por sus penas, ni aceptar por otro lo que en su vida ya no tiene remedio.  Si estamos estancadas en alguno de estos pasos, es necesario buscar respaldo externo.            

  • Paso 4: ¿Cuál apreciación positiva reprograma tu mente?

                  Ej.  Tomé la decisión correcta aunque todavía sienta tristeza. 

En este paso, la apreciación que hagamos de la decisión tomada es la que sostiene nuestro ánimo positivo: "Estoy en una nueva y diferente etapa de vida.".  Nuestra voluntad consciente se queda en el presente escogiendo pensamientos positivos. Dejamos atrás la evaluación estéril del por qué. ¡Basta ya de sufrir por lo mismo; quiero ser feliz!

  • Paso 5: ¿Cómo puedes generar autoestima con conductas de autocuido?

                    Ej. Estoy enfocada en lo que puedo hacer para mi misma. Mi  esencia y  mi autovalor están intactos.

En este paso, tomamos la iniciativa de re-inventarnos, apreciarnos y de hacernos justicia nosotras mismas.  Usamos nuestra energía y tiempo para desarrollar talentos, aprender algo nuevo y hacer lo que es importante para nosotras.

  • Paso 6: ¿Cuáles lecciones has aprendido  con esta  experiencia?

                   Ej. Tengo una mejor relación conmigo misma. Puedo estar sin pareja.

En este paso comprendemos que nuestra vida tiene un nuevo sentido: amarnos. Hemos desarrollado confianza en nuestros recursos internos al cerrar un ciclo de pérdida.

  • Paso 7: ¿Por qué el perdón es necesario para dejar ir en paz?

                  Ej.  Me siento libre de resentimientos y dependencias. Siento paz.         

En este paso, con carácter y liderazgo interno, perdonamos la historia con empatía en el corazón.  El perdón es la consecuencia natural de una vida examinada, bien centrada, consciente y responsable de su verdad y su realidad.  Es la corona de la paz ganada con nuestra evolución  personal.

Muchas de nosotras escuchamos en la crianza religiosa: "Paz a los hombres y mujeres de buena voluntad".  Pongamos en práctica estas enseñanzas y seremos más felices.

 ¡Que  la paz y el amor reinen en nuestros corazones!

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